Podemos definir el
futuro financiero como un contrato o acuerdo vinculante entre dos partes, a saber, comprador y vendedor, por el que ambos se comprometen a intercambiar un activo, físico o financiero, por un precio determinado y en una fecha futura preestablecida.
Como consecuencia del
efecto apalancamiento de los
futuros financieros, el
trader no deberá hacer entrega, en el momento de la compra, del precio total del contrato sino tan solo de una pequeña parte del precio denominada garantía.
El vencimiento del contrato de
futuros, al contrario que ocurre con las
acciones -que no vencen- plantea un problema al
trader o comprador, a saber, que llegada la fecha del vencimiento tendría que desembolsar el precio total fijado en el contrato. En los supuestos de activos financieros y cuando el objeto del contrato de
futuros sea un índice bursátil, el
trader debería desembolsar el precio total de la parte proporcional de
acciones que forman el índice bursátil al que el contrato de
futuros esté referenciado.
Para evitar esto último, se creó la figura denominada ROLL OVER, mediante la cual el
trader puede cambiar su
contrato de futuro que vence por otro
contrato de futuro de vencimiento posterior. De esta forma, el
trader puede mantener su contrato de
futuros de forma indefinida, si así lo desea.
El roll over deberá llevarse a cabo antes del final de la sesión bursátil en que tenga lugar el vencimiento del contrato de
futuros, no existiendo limitación en cuanto al número de veces que puede llevarse a cabo. Así, por ejemplo, en el supuesto de un
trader que mantiene una posición vendida sobre un contrato de
futuros de Telefónica, utilizado como
cobertura de un paquete de
acciones del mismo valor, podrá "rolar" su contrato de
futuros tantas veces necesite, mientras se mantenga comprado en el paquete de
acciones de Telefónica.
El roll over, evidentemente, tiene un coste, toda vez que para llevarlo a cabo debemos deshacer la posición que manteníamos y volver a retomarla nuevamente -es decir, siguiendo con el anterior ejemplo de Telefónica, si estábamos vendidos con un contrato de
futuros en Telefónica, deberemos comprar otro contrato de
futuros para cerrar nuestra posición vendida y volver a vender, a continuación, otro contrato de
futuros para volver a estar cortos o vendidos-.
Dicho coste podemos fijarlo en dos vertientes:
1. El coste en comisiones derivado de la doble operación de venta y compra.
2. El gasto en slippage o deslizamiento entre el precio de entrada y salida de la nueva operación toda vez que, es difícil que el trader consiga efectuar la operación sin deslizamientos. En estos supuestos, la cuantía del deslizamiento puede variar fuertemente en función de los conocimientos y pericia del trader -e incluso no debemos descartar que a veces, el slippage pueda favorecernos-
Así, un trader experimentado, ayudado de las herramientas que ofrece el análisis técnico, podrá minimizar al máximo el slippage, e incluso, podría verse beneficiado por el mismo, consiguiendo algún beneficio adicional. Esto suele ocurrir cuando no se lleva a cabo el roll over de manera simultánea sino cuando el trader cierra su negocio y abre el siguiente, alertado por el análisis técnico, en una posición más ventajosa que la que tenía antes de efectuar el roll over.
El mejor momento para llevar a cabo el roll over suele coincidir con los últimos días previos al vencimiento del contrato de
futuros, pues es en ese momento cuando alcanza mayor liquidez el contrato de vencimiento posterior, reduciéndose al mínimo las diferencias entre precios de compra y venta del contrato de
futuros de vencimiento posterior. Por ello, es mejor no esperar hasta el último día del vencimiento para llevar a cabo el roll over porque en tal supuesto nos veremos obligados a sufrir en contra el deslizamiento que exista en ese momento o cerrar nuestra posición a toda prisa.