Cuando hablamos de inversión bursátil, mercados financiero, técnicas o sistemas de trading, a veces, olvidamos referirnos al principal sujeto de todos ellos, el trader. Si intentamos definir que es un trader, de entrada, nos imaginamos al profesional que trabaja “a tiempo completo” para un gran broker o banco de inversión. Sin embargo, lo normal es que olvidemos incluir dentro de nuestra definición de trader al inversor particular que, desde su domicilio, ya sea delante de un ordenador con conexión a internet o pegado a un teléfono, efectúe compraventas de acciones, futuros, cfds, divisas –forex-u otros activos bursátiles.
Charles F. Wright distingue cuatro clases de traders, a saber, el trader discrecional, el trader técnico, el que comienza a experimentar con sistemas de trading y, finalmente, el trader experimentado en sistemas de trading. Según este autor, un trader debe inexorablemente recorrer cada uno de los cuatro estadios para poder considerarse un trader experimentado. Eso si, recomienda que ese camino lo recorra, si es posible, de forma rápida y evitando, en la medida de lo posible, sufrir pérdidas excesivas.
EL TRADER DISCRECIONAL
El primer estadio del que habla Wright es el del trader discrecional, al que califica como aquel inversor poco experimentado que, sin tener un plan de inversión o sistema de trading definido, efectúa sus operaciones bursátiles de manera puramente intuitiva, al albur de las noticias que lee, escucha o ve en los medios de comunicación. Estos medios le insuflan una gran cantidad de información, muchas veces contradictoria, y su beneficio o pérdida de sus tradings depende, en la mayoría de las ocasiones, no de su habilidad como trader sino de que tenga la suerte de que el mercado en el que invierta se halle en tendencia alcista.
El trader discrecional, normalmente, efectúa su operativa al contado invirtiendo en acciones. Desconoce, por lo general, que es el apalancamiento financiero y los productos derivados –futuros, cfds, forex, ect- y la existencia misma de la operativa bajista o a corto con estos productos. Desconoce asismismo, en la mayoría de los casos, el concepto mismo de apalancamiento financiero.
El trader discrecional, para comprar o vender activos bursátiles, no suele utilizar los servicios y herramientas de los brokers profesionales existentes en el mercado sino que, suele hacerlo directamente por medio de su banco o caja de ahorros.
Consecuencia: como ocurrió a principios del siglo XIX con el oro en California, normalmente, el trader discrecional compra cuando la bolsa es noticia diaria en el telediario de las tres de la tarde, es decir, “cuando debería salir corriendo del mercado”, con lo cual acaba perdiendo hasta los zapatos y, normalmente, deja de operar en bolsa durante un tiempo, hasta que, una vez vuelto el mercado a la senda alcista, al cabo de uno o dos años, los medios de comunicación o su asesor bancario, le vuelven a “vender la burra”.
En una segunda entrega haremos mención al resto de tipos de traders a que hace mención en su clasificación Charlie F. Wright.
Charles F. Wright distingue cuatro clases de traders, a saber, el trader discrecional, el trader técnico, el que comienza a experimentar con sistemas de trading y, finalmente, el trader experimentado en sistemas de trading. Según este autor, un trader debe inexorablemente recorrer cada uno de los cuatro estadios para poder considerarse un trader experimentado. Eso si, recomienda que ese camino lo recorra, si es posible, de forma rápida y evitando, en la medida de lo posible, sufrir pérdidas excesivas.
EL TRADER DISCRECIONAL
El primer estadio del que habla Wright es el del trader discrecional, al que califica como aquel inversor poco experimentado que, sin tener un plan de inversión o sistema de trading definido, efectúa sus operaciones bursátiles de manera puramente intuitiva, al albur de las noticias que lee, escucha o ve en los medios de comunicación. Estos medios le insuflan una gran cantidad de información, muchas veces contradictoria, y su beneficio o pérdida de sus tradings depende, en la mayoría de las ocasiones, no de su habilidad como trader sino de que tenga la suerte de que el mercado en el que invierta se halle en tendencia alcista.
El trader discrecional, normalmente, efectúa su operativa al contado invirtiendo en acciones. Desconoce, por lo general, que es el apalancamiento financiero y los productos derivados –futuros, cfds, forex, ect- y la existencia misma de la operativa bajista o a corto con estos productos. Desconoce asismismo, en la mayoría de los casos, el concepto mismo de apalancamiento financiero.
El trader discrecional, para comprar o vender activos bursátiles, no suele utilizar los servicios y herramientas de los brokers profesionales existentes en el mercado sino que, suele hacerlo directamente por medio de su banco o caja de ahorros.
Consecuencia: como ocurrió a principios del siglo XIX con el oro en California, normalmente, el trader discrecional compra cuando la bolsa es noticia diaria en el telediario de las tres de la tarde, es decir, “cuando debería salir corriendo del mercado”, con lo cual acaba perdiendo hasta los zapatos y, normalmente, deja de operar en bolsa durante un tiempo, hasta que, una vez vuelto el mercado a la senda alcista, al cabo de uno o dos años, los medios de comunicación o su asesor bancario, le vuelven a “vender la burra”.
En una segunda entrega haremos mención al resto de tipos de traders a que hace mención en su clasificación Charlie F. Wright.