Como su propio nombre indica, un sistema de trading es un conjunto de reglas o principios lógicos generador de señales de compra venta de activos o productos derivados. La gran mayoría de personas que invierten en bolsa no usan sistemas de trading, es más, desconocen incluso su propia existencia, y muchos, cuando oyen hablar de ellos, los creen programas informáticos de gran complejidad que efectúan sus operaciones de forma automática y manejados por un superordenador, y, aunque esto puede, en parte, ser cierto, no es menos cierto que un sistema de trading puede constituirlo un sencillo indicador –por ejemplo, el más básico de todos, la media simple aritmética-, utilizado por un trader sobre el precio de una acción cotizada en un mercado de valores, siempre y cuando este tenga establecidas unas reglas de entrada y salida del negocio.
Un sistema de trading puede ser utilizado de manera manual o bien, automatizarse. La principal ventaja de automatizar los sistemas de trading reside en poder estudiar su comportamiento en el pasado y prever su comportamiento en el futuro, ayudados de una estadística fiable basada en el análisis de una gran base de datos histórica.
La creación de sistemas de trading para su operativa por el trader parte de una premisa fundamental: la disciplina del mismo a la hora de efectuar sus operaciones bursátiles. Efectivamente, cuando el trader sigue las señales que emite su sistema de trading, está eliminando el factor emocional en su operativa que, frecuentemente, le lleva a incurrir en pérdidas en su patrimonio. Los sistemas de trading consiguen evitar uno de los factores que más dinero hacen perder al trader, a saber, el denominado “factor emocional”.
Podemos distinguir dos factores emocionales que atenazan al trader en su operativa, a saber, el miedo y la codicia. Ambos interactúan en su comportamiento, induciéndole a incurrir en errores tales como salir antes del negocio abandonando las ganancias, entrar tarde en el negocio, promediar pérdidas, ect, consiguiendo, a la larga, en la gran mayoría de las ocasiones reducir el patrimonio del inversor.
Concluiremos esta primera entrega dedicada a los sistemas de trading haciendo constar que está demostrado que, a medio y largo plazo, el trader que invierte con la ayuda de un sistema de trading -manual o automatizado-, obtiene mayores beneficios o menores pérdidas que el trader discrecional que invierte de forma aleatoria y sin un plan de trading predefinido.
Un sistema de trading puede ser utilizado de manera manual o bien, automatizarse. La principal ventaja de automatizar los sistemas de trading reside en poder estudiar su comportamiento en el pasado y prever su comportamiento en el futuro, ayudados de una estadística fiable basada en el análisis de una gran base de datos histórica.
La creación de sistemas de trading para su operativa por el trader parte de una premisa fundamental: la disciplina del mismo a la hora de efectuar sus operaciones bursátiles. Efectivamente, cuando el trader sigue las señales que emite su sistema de trading, está eliminando el factor emocional en su operativa que, frecuentemente, le lleva a incurrir en pérdidas en su patrimonio. Los sistemas de trading consiguen evitar uno de los factores que más dinero hacen perder al trader, a saber, el denominado “factor emocional”.
Podemos distinguir dos factores emocionales que atenazan al trader en su operativa, a saber, el miedo y la codicia. Ambos interactúan en su comportamiento, induciéndole a incurrir en errores tales como salir antes del negocio abandonando las ganancias, entrar tarde en el negocio, promediar pérdidas, ect, consiguiendo, a la larga, en la gran mayoría de las ocasiones reducir el patrimonio del inversor.
Concluiremos esta primera entrega dedicada a los sistemas de trading haciendo constar que está demostrado que, a medio y largo plazo, el trader que invierte con la ayuda de un sistema de trading -manual o automatizado-, obtiene mayores beneficios o menores pérdidas que el trader discrecional que invierte de forma aleatoria y sin un plan de trading predefinido.