Una de las primeras cosas que debe aprender un inversor bursátil es a saber gestionar bien su cartera de inversión diversificando la misma y llevando a cabo una buena gestión de riesgo conforme a su perfil inversor.
En este sentido, existen en el mercado infinidad de productos financieros, especialmente los denominados derivados, que ayudarán al inversor a diversificar el riesgo de su cartera de inversión, minimizando al máximo el riesgo de la misma. Al efecto, y dentro de los derivados financieros, los contratos por diferencias –cfds- son los productos que se nos antojan mejores para diversificar y cubrir carteras de inversión. Eso es así en base a:
-A su enorme capacidad de apalancamiento financiero, que permite al inversor disponer con libertad de gran parte de su patrimonio para usarlo en la inversión principal.
-A que el inversor puede elegir libremente el tamaño de la inversión realizada con contratos por diferencias –cfds-.
-A que el inversor puede elegir dentro de una infinita gama de activos subyacentes, sectores, índices y mercados.
En otros post hemos hablado de la capacidad de los futuros financieros –un producto que, por otra parte, nos gusta bastante, sin embargo hemos de tener presente que los contratos por diferencia –cfds- son un producto más interesante que los futuros a la hora de usarlos por el inversor para cubrir carteras, y esto por varias razones:
- El inversor no puede elegir el tamaño de la inversión realizada.
- Los futuros sobre el índice ibex35 son muy poco líquidos, lo que hace que existan unas enormes horquillas de precios entre entradas y salidas que pueden dar al traste con las posibles ganancias.
- Si anteriormente decíamos que los futuros sobre el índice ibex35 eran poco líquidos, mejor no hablar de la liquidez de los futuros sobre acciones del ibex35.
- Si deseamos invertir desde España en futuros cotizados en los mercados internacionales deberemos pagar, normalmente, precios superiores o abrir cuenta con brokers extranjeros.