Como tenemos señalado en otros post anteriores, los contratos por diferencias o cfds son productos financieros que pueden tener como subyacentes a una gran cantidad de activos financieros, desde acciones hasta divisas, commodities o materias primas, ect. Entre esos activos financieros sobre los que se pueden comercializar contratos por diferencias o cfds son los tipos de interés.
A tal efecto, se comercializan en España contratos por diferencias –cfds- sobre el euribor, un tipo de referencia, muy conocido a nivel popular toda vez que no solo se utiliza como índice principal de referencia de tipos de interés sino que, además, y en lo que más nos afecta a la gente de a pié, es el índice a que están referenciadas la mayoría de las hipotecas que gravan las compras de viviendas.
El euribor se construye mediante la media de los distintos tipos de interés a los que se prestan dinero los bancos en el mercado interbancario. El préstamo interbancario varía influido por varios factores, a saber la confianza existente entre las propias entidades financieras –los bancos cobrarán más interés a los bancos en los que tengan menos confianza- y al mismo precio del dinero.
En la actualidad el índice euribor se halla en mínimos históricos creyendo los expertos que dicha tendencia bajista comienza a dar síntomas de agotamiento, por lo que a medio plazo puede variar su tendencia al alza, siendo ello una oportunidad para invertir mediante contratos por diferencias –cfds- aprovechando este cambio de tendencia cuando el mismo empiece.
La forma de invertir en el euribor mediante de contratos por diferencias –cfds- es similar a la operativa con cfds cuyo activo subyacente son bonos, del cual hablamos en otro post anterior. De esta forma, ante la posible subida del euribor, el inversor tendrá que vender un contrato por diferencias –cfds- sobre futuros del euribor, que será el activo subyacente del cfd. Cuando comience a subir, al subir el rendimiento caerá el precio del contrato por diferencia, obteniendo sus beneficios el inversor del cfd.
Habría que abrir un contrato por diferencia –cfd- en posición larga, por el contrario, en el supuesto de que el euribor se hallase en tendencia a la baja.
Este tipo de contratos por diferencias –cfds- se comercializan mediante contratos normales o del tipo denominado mini.