Cuando ejecutamos un negocio bursátil lo que hacemos es entrar en el mercado y, posteriormente, para cerrar la operación, salir del mismo. Por ello, al diseñar un sistema de trading, las dos órdenes fundamentales de que debe de estar dotado el mismo son la entrada y salida del mercado.
A cualquier trader que comienza a diseñar o a utilizar sistemas de trading la primera duda que problablemente le surja es si es más importante diseñar un sistema de trading que tenga una buena entrada a mercado o si el sistema de trading es más robusto si tiene una buena salida del negocio, o ambas a la vez.
Curiosamente, La mayor parte de los traders, cuando diseñan o utilizan sistemas de trading suelen centrarse únicamente en las entradas a mercado y esto, aun cuando es bueno que nuestro sistema de trading acierte en sus entradas a mercado, puede ser un error si tan solo nos centramos en conseguir el acierto en las entradas y no sabemos proteger todo el recorrido del negocio saliendo del mismo en el momento preciso, conservando las ganancias obtenidas o parte de ellas, pues, en el peor de los supuestos, saldríamos con pérdidas, cuando durante parte del recorrido de la operación habíamos obtenido beneficio.
Un trader experimentado volcará todo su esfuerzo al construir su sistema de trading en diseñar una técnica de salida ágil y eficiente y, tan solo cuando el subsistema de salida funcione a la perfección, el trader experimentado concentrará sus energías para buscar un subsistema de entrada eficiente. Es preferible que el subsistema de entrada esté compuesto de sencillas reglas –no hay que olvidar que los mejores sistemas de trading son los menos sofisticados y complejos- y afinar más en las reglas de salida, que no tienen por que ser solo una sino varias complementarias –evitando, eso sí, que las salidas por stop loss o stop de pérdidas se convierta en la única salida del negocio, y que esta cumpla tan solo su función de salida de urgencia ocasional-.