miércoles, 4 de marzo de 2009

LOS CFDS O CONTRATOS POR DIFERENCIAS CUYO ACTIVO SUBYACENTE SON ACCIONES

En anteriores post, definimos CFDs o los contratos por diferencias como "operaciones financieras llevadas a cabo sobre acciones o índices bursátiles en los que la liquidación de los mismos se realiza por la diferencia entre el precio de compra y el de venta, y todo ello, además, sin necesidad de llevar a cabo la entrega física del activo subyacente . Las dos partes acuerdan intercambiar la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta de un activo financiero".
En dicha definición se hacía mención al activo subyacente al que replica el cfd, distinguiéndose entre acciones, índices, divisas, ect.
Pues bien, cuando hablamos de cfds o contratos por diferencias sobre acciones, nos estamos refiriendo a los cfds que replican el precio de una acción concreta y su movimiento en el mercado. Es decir, el broker emisor compra un lote de acciones de un valor concreto y emite un contrato de cfds que toma el trader, replicando el movimiento de dicho valor en el mercado real y abonando o detrayendo las diferencias al trader tomador del contrato por diferencias -cfds-.
El trader tomador del contrato por diferencias o cfds abonará al broker emisor una cantidad porcentual variable -que dependerá de la acción subyacente del cfds, normalmente entre un 5 y un 10% del total de la inversión en acciones-, en concepto de garantía de la inversión. Con lo cual, al no desembolsar el trader el precio total de la inversión en el cdfs, se beneficiará de una de las principales características de los cfds. El porcentaje de la garantía a pagar por el contrato por diferencias o cfds suele ser proporcional a la liquidez de la acción subyacente a la que está referenciada y a la volatilidad del mercado del que la misma forma parte. Asimismo, dicha inversión no estará sujeta a vencimiento, al igual que ocurre en la inversión directa en acciones.
Otra de las ventajas de invertir en acciones mediante cfds o contratos por diferencias estriba en la posibilidad que tiene el trader de adoptar posiciones bajistas o cortas, ideales en mercados como el que tenemos en la actualidad, como una acusada tendencia bajista.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los contratos por diferencias o cfds, y como consecuencia de su apalancamiento financiero, tienen unos costes de financiación; es decir, el trader que abre una posición larga o alcista mediante contratos por diferencias o cfds deberá pagar unos intereses al broker emisor, en tanto que, el trader que adopta una posición corta o bajista mediante contratos por diferencias o cfds, recibirá a su favor unos intereses por sus cfds.
En cuanto al reparto de dividendos de las acciones sobre las que están referenciados los cfds, el trader que adopta una posición larga o compradora recibe el mismo dividendo que el inversor en acciones y, en cambio, el trader que adopta una posición corta o vendida, pagará el equivalente al dividendo que debería recibir en el supuesto de que se hallase en posición alcista.
Para finalizar, es fundamental que el trader que quiera invertir mediante contratos por diferencias o cfds referenciados a acciones tenga en cuenta dos importantes premisas:
1ª. Nunca invertir en contratos por diferencias o cfds que repliquen acciones poco líquidas.
2ª. Seleccionar bien al broker emisor de los contratos por diferencias o cfds, evitando a aquellos que tan solo nos pueden ofrecer cfds referenciados a acciones del ibex35, un mercado demasiado estrecho y muy poco líquido, y, eligiendo a un broker que pueda ofrecernos contratos por diferencias o cfds referenciados a la principales acciones de los mayores y más importantes mercados internacionales.