lunes, 1 de junio de 2009

DAY TRADING. LA INVERSIÓN EN EL CORTO PLAZO.

Una inversión en bolsa siempre conlleva un horizonte o plazo temporal en su practica.

Como consecuencia de la irrupción de internet en nuestras vidas y la filosofía de “todo al momento” que dicha tecnología conlleva, lo cual nos permite estar siempre al tanto de los movimientos de los mercados bursátiles de cualquier parte del planeta y operar desde cualquier lugar, en cualquiera de los mercado mundiales, en absoluto tiempo real y gozando de las comisiones más bajas que ofertan los brokers, se está imponiendo la práctica de la inversión en el muy corto plazo. El creciente número de productos financieros ayuda asimismo a la difusión de este tipo de inversión cortoplacista. Así ha aparecido un nuevo inversor, el day trader o inversor intradía (que compra y vende en el mismo día, incluso varias veces durante la misma sesión bursátil). El prototipo del day trader es el de un individuo, normalmente varón (aunque cada vez aparecen más mujeres que se dedican al day trading), de edad media, de nivel cultural alto e importante formación técnica y buen conocedor de internet. Muchos de estos day traders se dedican a la inversión a corto plazo de forma totalmente profesional.

La inversión a corto plazo tiene, evidentemente, sus ventajas e inconvenientes.

Entre las ventajas debemos resaltar el hecho de que, la operativa a corto plazo es mucho más flexible que la operativa a plazos superiores, aprovechando el efecto apalancamiento financiero, que permite al inversor utilizar recursos que no tiene, invirtiendo cantidades nominales mayores a las que aporta físicamente. Asimismo, el inversor cortoplacista podrá aprovechar los momentos de mayor volatilidad del mercado para conseguir beneficios.

Entre los inconvenientes principales hay que tener en cuenta que el efecto apalancamiento financiero puede correr a nuestro favor –en el supuesto de que el negocio sea favorable-, pero incurriremos en mayores pérdidas, en el supuesto de que el negocio sea desfavorable. Otro inconveniente de este tipo de inversión es el riesgo. El cortoplacismo es más arriesgado pero también, pueden ser más suculentos sus beneficios si sabemos aprovechar los pequeños vaivenes del mercado. Asimismo, el inversor a muy corto plazo tendrá que estar muy pendiente de su inversión lo cual le puede generar un alto grado de tensión y stress y podrá incurrir asimismo en un mayor gasto en comisiones y slipagges (gasto en deslizamiento en los precios de entrada y salida del negocio, que reducirán sus beneficios). Una manera de evitar estos inconvenientes es la utilización de sistemas automáticos de trading. Los sistemas automáticos de trading, como robots que son –frios y calculadores-, evitan la tensión y el stress así como la falta de disciplina que, a veces atenaza al inversor. Los sistemas automáticos de trading eliminan por completo uno de los defectos más recurrentes de los inversores bursátiles, el miedo y la codicia que tantas decisiones erroneas nos hacen tomar. Asimismo los sistemas automáticos de trading trabajan para el inversor ahorrándole el tener que estar todo el día pegados a la pantalla del ordenador esperando el momento para comprar o vender.